El ajetreo de la vida diaria produce un desgaste continuo en nuestro cuerpo. Todos los movimientos que realizamos a lo largo del día afectan a nuestro organismo. Uno de los desgastes que más nos condiciona nuestro día a día es el desgaste que sufren nuestros cartílagos, que es el tejido que revisten nuestras articulaciones. Cuando el desgaste de nuestros cartílagos es más evidente, empiezan a aparecer los dolores articulares.
La afectación del cartílago por el desgaste se llama condromalacia. A esta afectación se le suele añadir un apellido: condromalacia rotuliana. Esto nos indica cuál es la articulación más afectada por este problema: la rodilla.
En este posts, os hablaremos qué es la condromalacia rotuliana y próximamente, os hablaremos de una terapia muy efectiva que nos ayudará a mitigar sus síntomas.
¿Qué es la condromalacia rotuliana?
La condromalacia es el desgaste de un cartílago. En el caso de la rodilla, se trata del desgaste o reblandecimiento del cartílago que existe entre el fémur y la rótula. La función de este cartílago es evitar la fricción entre ambos huesos (fémur y rótula).
La condromalacia tiene diferentes grados. Va desde el grado 1, que es el reblandecimiento del cartílago, hasta el grado 4, que es la más grave (úlcera condral), que supone una afectación del hueso.

La condromalacia rotuliana es más habitual en personas mayores, aunque la práctica deportiva intensa está provocando su aparición en edades más tempranas. En general, a mayor uso, más desgaste de la articulación, pero esta relación no hay que llevarla al extremo, ya que personas con una vida sedentaria también están expuestas a sufrir condromalacia ya que el desgaste del cartílago de la rodilla también tiene mucho que ver con la disposición de la rótula y el fémur, el tipo de pisada, la disposición de los músculos, etc.
RECOMENDACIONES
Cuidar la biomecánica de la rodilla
La rodilla necesita una correcta alineación para que la postura y la pisada no desgaste excesivamente el cartílago.
Actividades físicas adaptadas a la lesión
Practicar deporte es un hábito al que no se debe renunciar a pesar de sufrir esta lesión. Pero hay que ajustar nuestra práctica deportiva al problema que podemos tener. Se debe evitar correr, bajar y subir escaleras (sobre todo, bajarlas), realizar bicicleta estática con mucha resistencia y con el sillín excesivamente bajo.
Practicar natación (evitando nadar a braza) y el pilates son ejercicios que vienen muy bien a personas con esta lesión.
Cuidar el calzado
Es recomendable usar un calzado que absorba bien los impactos y que no tenga una suela muy gastada ni deformada.
Evitar el sobrepeso
Una persona con sobrepeso puede triplicar su peso a nivel de la articulación de la rodilla. Para evitar que la rodilla sufra un desgaste excesivo es fundamental controlar nuestro peso.
TRATAMIENTOS
Ningún medicamento va a regenerar el cartílago de la rodilla, a nivel farmacológico sólo podemos frenar un poco el desgaste mediante condroprotectores.
Al hacer ejercicio es recomendable estirar bien los isquitibiales y cuádriceps.
A nivel de fisioterapia, se recomienda tratar la condromalacia rotuliana mediante masajes y fortalecimiento de la rodilla. Además, hay diferentes terapias que pueden aliviar el dolor articular basadas en ultrasonidos, radiofrecuencia, etc.
En nuestro próximo post, hablaremos de una terapia láser que nos ayuda a reducir los problemas de rodillas y demás articulaciones en la comodidad de nuestra propia casa.
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