El verano es época de disfrutar con la familia y los amigos de días de playa y de piscina. Pero, a veces, sufrimos de dolores articulares que no nos permiten disfrutar estos días como nos gustaría. No hace falta renunciar a disfrutar de días de piscina por estos dolores, es más, podemos aprovechar la piscina para realizar ejercicios que nos vienen muy bien para ayudarnos con estas lesiones o patologías articulares.
¿Por qué ejercicios en la piscina?
El dolor articular nos «invita» a mantener estas articulaciones inmóviles para evitar el dolor. Pero inmovilizar las articulaciones hace que los ligamentos y músculos pierdan flexibilidad y se debiliten. Ejercitar regularmente las articulaciones reduce el dolor y las protege de daños adicionales.
Hacer ejercicio en agua es muy beneficios pues se consigue reducir los impactos que sufre nuestro cuerpo. El agua disminuye los efectos de la gravedad, por lo que podemos realizar ejercicios con mayor amplitud de movimientos, lo que nos ayuda a mejorar la flexibilidad.
Al tratarse de ejercicios de bajo impacto, se adapta a cualquier condición física, por lo que cualquier persona se beneficia de estos ejercicios.
Para personas con sobrepeso, artritis o de edad avanzada, el agua es una excelente alternativa ya que en ella liberamos casi el 90% del peso corporal, lo que permite a estas personas moverse mejor y reducir la presión en espalda y rodillas.

Ejercicios acuáticos para nuestras piernas
- Oscilación de pierna:De pie en la piscina levantamos el muslo sin doblar la rodilla tanto como podamos, a continuación, bajamos la pierna y la llevamos hacia atrás sin doblar la espalda. Realizamos el movimiento lentamente y alternamos las piernas.
- Levantamiento de rodilla:De pie en la piscina, doblamos la rodilla levantando el muslo paralelo a la superficie del agua, tan alto como podamos. Si lo necesitamos, podemos poner la mano detrás de la rodilla como ayuda. Bajamos la pierna y repetimos con la pierna contraria.
- Levantamiento lateral: De pie en la piscina, columpiamos la pierna de un lado a otro cruzándola por delante de la otra pierna. Realizamos varias repeticiones con cada pierna.
- Caminar: Caminar normalmente en el agua, o incluso correr, es un ejercicio magnífico para nuestras piernas.

Recuerda que estos son unos pequeños consejos para poder mejorar un poco el estado de nuestras articulaciones. El bienestar de nuestro cuerpo debe observarse como un trabajo global que engloba muchos factores de nuestra vida: alimentación, descanso, actividades, etc. También os recordamos que en Hidrovital Salud trabajamos por el bienestar de las personas, por lo que os invitamos a releer nuestra anterior publicación sobre dolores de rodilla; estos consejos que os hemos dado hoy pueden ser perfectamente un complemento a nuestro dispositivo láser y así conseguiremos un mayor bienestar al reducir considerablemente los dolores articulares.
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