Para descansar adecuadamente, tenemos que asegurarnos de que dormimos en un colchón adecuado a nuestras necesidades teniendo en cuenta de que en el mercado hay colchones con diferentes tecnologías. Elegir la que mejor nos venga será una clave para que durmamos mejor. Así ganaremos calidad de vida.
TIPOS DE COLCHONES
Los colchones se clasifican básicamente en dos grandes grupos: Colchón de muelles y colchón viscoelástico
Colchón de muelles
Se trata del colchón más tradicional. La tecnología de este tipo de colchón ha evolucionado mucho en los últimos años, mejorando mucho su calidad. Ofrecen un soporte individualizado y una buena ventilación, por lo que es un colchón muy adecuado para las personas calurosas.
Colchón viscoelástico
Son colchones de espuma de material termosensible. Este material hace que el colchón se adapte al cuerpo según la temperatura: cuando está frío, ofrece una superficie firme; del mismo modo que se adapta al cuerpo cuando se calienta. El material viscoelástico se adapta a nuestro cuerpo, cuando nos apoyamos en él, se produce el conocido como «Efecto Huella», que hace que se moldee a nosotros.
Este tipo de colchones ayuda a mejorar el reposo en personas con dolores articulares y problemas de espalda aliviando los puntos de presión, ya que distribuye el peso del cuerpo sobre la superficie del colchón. De esta forma, también conseguimos reducir los dolores musculares. Igualmente, son colchones recomendados para las personas alérgicas, pues son más resistentes a los ácaros. Además, este tipo de colchones favorecen la circulación de la sangre.

Los colchones viscoelásticos son más independientes que los de muelles, al dormir en pareja no se notan los movimientos de la otra persona. Otra ventaja de estos colchones es que son más duraderos. A pesar de que en principio, pueden resultar más caros, la inversión merece la pena.
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